- Las personas jóvenes cada vez más formadas y con mejores empleos siguen sin poder desarrollar un proyecto de vida propio.
- El precio disparado de la vivienda y de muchos productos básicos siguen lastrando el sueño de la emancipación temprana.
- Hay que abrir un nuevo espacio de debate sobre la vivienda y cuáles son nuestras prioridades como sociedad.
La organización de jóvenes, RUGE – Revolución Ugetista, presenta un informe de emancipación en el que destacan el empeoramiento en los datos de emancipación juvenil, pese a las mejoras del empleo joven. En este sentido, han advertido que ha llegado el momento de abrir un debate sobre la vivienda y los espacios comunes en la sociedad. Es necesario desarrollar políticas de vivienda más ambiciosas y eficaces y que partan desde la premisa de la necesidad de garantizar una vivienda digna y no tanto de garantizar el libre mercado.
En los últimos años, hemos sido testigos de una mejora en los indicadores laborales de los jóvenes, destacando la drástica reducción de la temporalidad y el aumento de los contratos indefinidos, impulsado por la reforma laboral. Sin embargo, estos avances no se han traducido en un aumento significativo de la emancipación juvenil. A día de hoy, Solo el 14,8% de los jóvenes en España vive de forma independiente, con una edad media de emancipación de 30,4 años, muy por encima de la media europea de 26,4 años.
Uno de los factores clave que sigue dificultando la emancipación es la precariedad salarial. A pesar de las subidas del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en los últimos años, los salarios de los jóvenes siguen siendo considerablemente más bajos que la media nacional. De hecho, el salario medio de las personas menores de 30 años es un 25,8% inferior al de la población general. Esto se ve agravado con el momento alcista de los precios de vivienda y de bienes básicos.
Por otro lado, el mercado inmobiliario se ha convertido en un obstáculo casi insuperable para los jóvenes. Los precios de la vivienda en alquiler han experimentado un aumento desmedido en los últimos años, especialmente en grandes ciudades, lo que ha hecho que los alquileres absorban una proporción significativa del salario de los jóvenes. RUGE ha recordado que de acuerdo con los últimos datos, una persona joven debe destinar el equivalente al 92,1% del salario al pago de un alquiler en algunas ciudades, lo que les impide independizarse. En muchas ocasiones, la única opción viable es compartir piso, lo que, aunque supone un alivio económico, sigue representando un esfuerzo considerable en relación con sus ingresos.
A esta situación se le suma el acceso cada vez más limitado a la vivienda en propiedad. El esfuerzo necesario para reunir el capital inicial y afrontar las altas cuotas hipotecarias ha dejado a muchos jóvenes con la sensación de que acceder a un hogar propio es imposible. De media una persona joven debería destinar 4,4 veces su salario anual solo para la entrada a una vivienda. A pesar de la reciente bajada de los tipos de interés, el coste medio de las cuotas hipotecarias sigue siendo elevado, lo que contribuye a la creciente desafección por la propiedad entre los más jóvenes.
En este contexto, es urgente adoptar políticas públicas eficaces que alivien la carga económica que soportan los jóvenes. Desde UGT y su organización de jóvenes, RUGE-Revolución Ugetista, seguimos exigiendo medidas como la regulación de los precios de alquiler en zonas tensionadas, la ampliación del parque público de viviendas y el fortalecimiento de ayudas como el Bono Joven de Alquiler. Además, es fundamental mejorar la estabilidad laboral, los salarios de los jóvenes y facilitar el acceso a hipotecas con mejores condiciones. Solo creando un entorno más accesible y estable en empleo y vivienda, la emancipación será posible para una parte significativa de la juventud.
El Gobierno tiene la responsabilidad de garantizar que las políticas de vivienda y empleo no se queden en soluciones a corto plazo, sino que impulsen un cambio estructural real. Crear un sistema que permita a los jóvenes emanciparse y tener un futuro digno debe ser una prioridad. La precariedad laboral y la falta de acceso a la vivienda están retrasando el desarrollo de los proyectos vitales de la juventud, y es necesario detener esta tendencia para construir una sociedad más justa y equilibrada.
Puedes leer nuestro Informe de Emancipación pinchando aquí